viernes, 18 de febrero de 2011

Más que una escapada


Hola a todos:

Yo os voy a escribir sobre una escapada que realicé a fines del año pasado a la capital austríaca, Viena.

Una tarde corriente estaba charlando con una amiga y como los dos ya estábamos hartos de la vida estresante de Budapest, se nos ocurrió la idea de preparar la mochila y huir a un sitio lejano antes de que empezara la época de exámenes. Nos pusimos a rompernos la cabeza y me acordaba de haber leído un comentario de un amigo en Facebook sobre la retrospectiva de Frida Kahlo, pintora mexicana mundialmente conocida. Tras Bruselas y Berlín, Viena fue el último lugar donde los interesados tuvieron la oportunidad de contemplar esta colección exhaustiva de la artista, entonces debíamos tener prisa para poder aprovecharnos del evento. Unos días después comenté nuestro plan a una señora peruana que ya lleva muchísimo tiempo viviendo en Budapest y, como ella también tenía planeado ir, me recomendó que intentara juntar más gente y también me prometió que iba a divulgar el viajecito entre sus amigos latinoamericanos. Luego se aclaró que al mismo tiempo se organizaba otra exposición que valdría la pena visitar. En ésta última, INKAGold, se exhibían objetos valiosos de la época de la civilización incaica. Con el fin de poder avisar cuanto antes todos mis conocidos a quienes suponía que les gustaría la idea, opté por la manera más sencilla y eficaz, pues publiqué el evento en Caralibro. Prontito empezaron a llegar las respuestas y al final se juntó un grupo de quince personas de las cuales éramos sólo tres húngaros. Reservamos un autocar y desde aquel momento sólo esperábamos que llegara el día. Fuimos un sábado y, como tuvimos que partir muy de madrugada, todo el mundo estaba medio dormido durante la ida, así que no nos pudimos conocer mucho antes de llegar. Primero nos fuimos a la exposición INKAGold donde podíamos echar un vistazo a los objetos que se conservaron a pesar de las adversidades de los años. Lamentablemente no se necesitaba mucho tiempo para recorrer todas las salas, por esto pasaríamos una hora y media o dos horas allí. Después visitamos el mercadillo navideño, donde nos tomamos unas pocas tazas de vino caliente, así podíamos aguantar el frío tremendo que hacía. La foto que he puesto también se sacó allí (ella es una amiga, no importa) XD. Luego, por fin, llegó el momento esperado y pudimos entrar en la exposición de Frida Kahlo. Había en total (si no recuerdo mal) 5 salas y en cada una se exhibían obras de las diferentes etapas de la pintora. Todo era muy fascinante, puesto que además de las pinturas podíamos ver de cerca hasta unos objetos personales de la señora de Diego Rivera (bueno, una de ellas). Todos nos quedamos muy impresionados y durante del viaje de vuelta compartimos nuestras opiniones acerca de lo visto.

En fin, puedo decir que nos lo pasamos a tope y me alegro de haber podido ver algo que dentro de poco seguramente no se va a exhibir en un solo lugar en toda Europa. (posiblemente en México tampoco, por ser propiedad la mayoría de las pinturas de varios coleccionistas) :-(

1 comentario:

  1. Mate, me han dicho algunos amigos que la exposición era realmente impresionante, que tenían muchísimas obras y que estaba muy bien montada. Tu impresión me lo corrobora. Es una pena que no pudiera ir...

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