sábado, 19 de febrero de 2011

Un viaje de invierno

¡Hola a todos!

Voy a escribiros sobre un viaje que ocurrió hace un año, el febrero de 2010. En enero, justo después de terminar con mis exámenes, me llamó mi hermano mayor preguntándome si quisiera viajar con él y con su novia a España. Aunque el viaje fue organizado por su universidad para sus propios estudiantes, yo también pude ir con ellos porque quedaron sitios libres. Me alegré mucho porque antes no había estado en España.

Viajamos en tren, y eso causó algunos problemas inesperados… Durante nuestro viaje cruzamos Austria, Alemania y Francia antes de llegar a España. Los problemas empezaron en Alemania. Querríamos tomar un tren que nos llevaría desde Múnich hasta París, pero resultó que los billetes que nos habían dado los organizadores no eran adecuados para ese tren. Tuvimos que bajar del tren en Estrasburgo y pasar la noche allí porque ya no salieron más trenes aquel día. La mañana siguiente continuamos el viaje, y el segundo día también resultó tan problemático como el primero. Tuvimos que esperar más de 8 horas en la ciudad de Lyon y así no logramos coger el próximo tren… Al fin nos costó dos días llegar al nuestro destino, Barcelona. Llegamos por la noche y era ya medianoche cuando encontramos el alojamiento, un hostel pequeño. Pasamos dos días estupendos en la capital catalana, tratamos de ver todos los monumentos famosos, visitamos la Sagrada Familia, la Casa Mila, el Parque Güell, la Plaza de Catalunya, paseamos por Las Ramblas… Aunque era bastante frío y hacía viento(sí, ¡el invierno puede ser frío en España!), también fuimos a la playa para ver las olas impresionantes. Después de dos días continuamos nuestro viaje con destino a Madrid. Viajamos con el AVE, el tren de velocidad que corre hasta 300 kilometros por hora. En la capital también pasamos dos días y visitamos el Museo del Prado, la Plaza Mayor, la Plaza de Cibeles, el Parque del Retiro, la Puerta del Sol y paseamos mucho en las calles bonitas de la ciudad. Probamos unos platos españoles como la paella o chocolate con churros – ¡eran deliciosos!

Las dos ciudades me gustaban mucho y era una pena que no pudimos pasar más días en ese país muy interesante. El camino de vuelta era menos complicado y (por desgracia) llegamos a casa en tiempo para empezar el nuevo semestre. :)

2 comentarios:

  1. También voy a poner algunos imágenes aquí pero ahora no los tengo en mi ordenador. :)

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  2. Hola Kata, esperamos tus imágenes (puedes ir a la entrada y editar). ¡Qué gran aventura! Siempre he pensado que los húngaros son muy valientes haciendo este tipo de viajes tan largos en tren o en bus...pero ¿mereció la pena, verdad? Y sí, claro, en España puede hacer y de hecho, hace frío, sobre todo en las zonas del interior :)

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